sábado, 11 de octubre de 2014

La importancia de la traducción para el lector II

Mis traducidos lectores, va comenzando el 42 Festival Internacional Cervantino y Guanajuato se llenará de vida, color y lenguas distintas. Luego contaré mi experiencia pues recién comencé mi labor de intérprete para los artistas invitados, por lo que quiero regresar al tema de hace dos semanas: La traducción literaria.
En alguna ocasión platiqué con un estadounidense quien aseguraba que Borges era un escritor fácil para empezar a leer en español. Yo tuve que entrar en defensa del español —y mi tesis— y hacerle notar los cientos de sinónimos usados por él, y que no era tan simple. Hace un año trabajé para concaulta en el 41fic y leíamos en español, inglés y francés fragmentos de Pedro Páramo y La feria de Arreola. Hicimos la traducción al francés y nos dimos cuenta: el capítulo terminaba con un refrán. ¿Cómo decir “según el sapo, la pedrada”? Optamos por modificar la pronunciación de algunas expresiones coloquiales por uniones parecidas en francés.
Aunque volvemos al problema de los sinónimos y expresiones tan ricas que hay en el folclor de cada región. ¿Han intentado explicar qué es “mole” a un extranjero? No por nada los salarios de traductores son los mejor pagados del campo de las lenguas. Ellos tienen un grado de madurez lingüística para explicar elementos culturales como la propina, el saludo de beso, el uso de “mijo”, el albur o a La Catrina.
En literatura es más complejo. Podemos poner una nota al pie, cursivas, pero eso puede que afecte la lectura. Quizá no. Nunca lo sabremos hasta que los gastos de distribución ya hayan sido solventados y el ejemplar esté en todas las librerías. Sobre todo en el año 2000, muchas veces los subtitulados —y no se diga el doblaje— de las películas basadas en libros tenía inconsistencias horribles al momento de hablar, como lo decíamos a propósito de El hobbit.
El problema radica cuando hay cierto tipo de bromas y chistes. Y esto pasaba mucho en las series de los 90’s. Sabrina: The Tenager Witch introducía cientos de juegos de palabras como “Bat Bearth” por “Bad Breath” al referirse a mal aliento, pero como eran brujas, soplaban murciélagos. Datos que no podríamos traducir como lo hicieron los productores de entonces. Y sobre un rompimiento del humor original y traducirlo a nuestro contexto está Derbez con el doblaje de Burro en Shrek.
Ciertamente hay cientos de libros que no lo requieren. He leído a Agatha Christie en tres idiomas distintos y nunca me he topado con una inconsistencia de ese tipo. Pero en varias obras de maravilla épica —cosa algo molesta a veces— el uso del “vosotros” para denotar cierto grado de respeto lo considero chocante. Pero en su defensa, nos estamos cultivando del léxico de otra cultura, y en caso de ir a España podremos comprender expresiones tales como “coger un taxi”, “máquina tragaperras” y “fueron a por él”. De esta última en México es una abominación, pues nos ensañaron en la primaria que nunca se pueden usar dos preposiciones seguidas.




No hay comentarios:

Publicar un comentario